viernes, 3 de enero de 2014

El nuevo, “Salón de la Infamia del Beisbol”.


Si antes de leer este artículo te preguntas si tiene el título es correcto, mi respuesta es sí, el Salón de la Infamia del Beisbol es aquel lugar inexistente al que más adelante recurriré; pero por lo pronto, leamos un poco del Salón de la Fama del Beisbol.

Cuando pensamos en el Salón de la Fama del Beisbol, pensamos en grandes héroes del juego como Ted Williams, Luis Aparicio, Roberto Clemente, Cy Young y Nolan Ryan, entre muchos otros,  así como distinguidos “umpires”, ejecutivos y escritores del juego. Este mítico espacio, ubicado en Cooperstown, Nueva York, abría sus puertas el 12 de junio de 1939 con la inducción de sus primeros invitados, Ty Cobb, Walter Johnson, Christy Mathewson, Babe Ruth y Honus Wagner.


Las condiciones para formar parte de este selecto grupo como jugador, no son nada sencillas, razón por la que solo vemos a lo mejor de lo mejor en este lugar. Primero, debes de jugar como mínimo 10 años en las Grandes Ligas y después, que hayan pasado 5 años desde tu retiro, todo esto solo para ser elegible a ser votado.

Solo en 3 ocasiones se han reducido estos 5 años de espera entre el retiro y la votación, se reduce a 6 meses, por causa de muerte inesperada. Los 3 jugadores votados a los 6 meses fueron Lou Gehrig en 1939, Roberto Clemente en 1973 y Thurman Munson en 1979. Solo los dos primeros consiguieron lo necesario para entrar al Salón de la Fama.


Ya que el jugador cumplió con las reglas antes mencionadas para participar, es momento de que pueda ser votado a entrar al Salón de la Fama por la BBWAA (Asociación de Escritores de Beisbol de América, por sus siglas en inglés) quienes evaluarán sus habilidades, integridad, carácter y contribución al juego. Cada uno de los escritores de la BBWAA podrán, no votar por nadie o votar hasta por 10 jugadores por año como máximo. El jugador que logre colocar su nombre como mínimo en el 75% del total de las boletas, será inducido a tan deseado recinto. Nadie ha logrado el 100% de votaciones, siendo el pitcher de los Mets, Tom Seaver, quien en la generación 2002 logró el mayor porcentaje registrado con 98.84% del total. ¿Mariano Rivera será el primero con 100% en 2019? Solo el tiempo lo dirá.


Para todos los jugadores que no alcancen el 75% de las boletas en su primer año, no todo está perdido ya que pueden ser votados durante 15 años seguidos, siempre y cuando, año con año, alcancen como mínimo un 5% de las boletas. Este es el caso de Jack Morris, legendario lanzador principalmente de los Tigres quien logró en su mejor año, un 67.7% de las boletas. ¿Será este año su año de inducción o solo habrán pasado 15 años en vano, esperando a ser elegido?


La historia de Don Mattingly y Alan Trammel son muy parecidas a la de Morris, ya que llevan 14 y 13 años esperando, aunque en sus mejores años, alcanzaron solo el 28.2% y 36.8% de las boletas, respectivamente. De entrada les digo, descártenlos para verlos en Cooperstown.

Otros jugadores ya con historia recorrida en esto de las votaciones, son Lee Smith con 12 años, Mark McGwire con 8, Tim Raines con 7, Edgar Martinez con 5, Fred McGriff con 5 y Jeff Bagwell, Rafael Plameiro y Larry Walker 4, entre muchos otros que ya no cruzan por su primer año de votaciones.

Las boletas de votación de este 2014 ya fueron entregadas el pasado 31 de diciembre, mientras que el próximo 8 de enero sabremos quienes serán los jugadores inducidos y el 27 de julio, será la fecha oficial de su ingreso.

Para este año, veremos por primera vez a los siguientes jugadores en las boletas: Moises Alou, Armando Benitez, Sean Casey, Jose Cruz Jr., Ray Durham, Damion Easley, Keith Foulke, Eric Gagne, Tom Glavine, Luis Gonzalez, Scott Hatteberg, Jacque Jones, Todd Jones, Jeff Kent, Jon Lieber, Esteban Loaiza, Paul Lo Duca, Greg Maddux, Kent Mercker, Matt Morris, Mike Mussina, Trot Nixon, Hideo Nomo, Ricardo Rincon, Kenny Rogers, Richie Sexson, J.T. Snow, Shannon Stewart, Frank Thomas, Mike Timlin, Steve Trachsel, Jose Vidro, Dmitri Young. De todos estos jugadores y a título personal, considero que deben de entrar al Salón de la Fama,  solo Tom Glavine y Greg Maddux  


De los jugadores que volveremos a ver en las boletas, pero no como primera votación, encontramos a los siguientes: Jack Morris, Don Mattingly, Alan Trammel, Lee Smith, Mark McGwire, Tim Raines, Edgar Martinez, Fred McGriff, Jeff Bagwell, Larry Walker, Rafel Palmeiro, Barry Bonds, Craig Biggio, Curt Schilling, Mike Piazza, Roger Clemens y Sammy Sosa. De todos estos jugadores y a título personal, considero que deben de entrar al Salón de la Fama: Lee Smith, Barry Bonds, Roger Clemens y Mike Piazza.



Aquí es donde retomo la historia del Salón de la Infamia ya que es increíble que Barry Bonds, Mike Piazza y Roger Clemens no estén ya gozando del reconocimiento de tan honorable institución. Al hablar de estos 3 jugadores encontramos lo siguiente:


Barry Bonds:
  • -          Nadie tiene más homeruns de por vida que él (762)
  • -          Nadie tiene más homeruns en una temporada que él (73)
  • -          Nadie tiene más bases por bola de por vida que él (2,558)
  • -          7 veces jugador más valioso de la LN
  • -          8 guantes de oro
  • -          Campeón de bateo en 2002 y 2004
  • -          Tercer lugar de por vida de carreras anotadas (2,227)  


Mike Piazza:
  • -          12 veces votado para el juego de estrellas
  • -          Novato del año en 1993
  • -          Segundo lugar en votación del más valioso en 1996 y 1997
  • -          10 bats de plata
  • -          Ningún cátcher tiene más homeruns de por vida que él (427)
  • -          Porcentaje de bateo de .308 en 16 temporadas


Roger Clemens:
  • -          Nadie tiene más premios Cy Young que él (7)
  • -          Jugador más valioso y ganador del premio Cy Young en 1986
  • -          Tiene 354 juegos ganados en 24 temporadas en las Grandes Ligas
  • -          Porcentaje de carreras limpias de por vida de 3.12
  • -          Tercero en ponches de por vida (4,672)
  • -          11 veces votado para el juego de estrellas

Viendo que estos 3 grandes jugadores e íconos del juego, no tienen y creo que no tendrán cabida en el Salón de la Fama por rumores de consumo esteroides (ninguno lo aceptó ni le fue comprobado) creo que deberíamos de invitarlos al Salón de la Infamia y construirlo tal vez en Miami o Los Ángeles. Considero que en algún lugar deben de ser reconocidos; a mi parecer, no pueden pasar sin pena ni gloria, ni vivir con un asterisco que manche sus números.

Sé que este tema levantará siempre polémica y más cuando vimos crecer a Barry Bonds de forma desmedida como vimos crecer al actor “Lou Ferrigno”, cuando se convertía en “Hulk”, y a Roger Clemens ser parte del “Reporte Mitchell”, que identificaba a un triste grupo de jugadores que consumieron esteroides para mejorar su rendimiento.



Pero aquí vienen mis cuestionamientos del por qué apoyar al Salón de la Infamia, ¿Se imaginan a Superman fuera del Salón de la Justicia porque tiene un simil bizarro?, ¿Se imaginan a Jimi Hendrix fuera del Salón de la Fama del Rock and Roll por su muerte de drogas y alcohol? Yo no me imagino ninguno de estos dos casos y tampoco me imagino a grandes beisbolistas olvidados sin recuerdo después de grandes logros, pero como tampoco apoyo el uso de esteroides en el deporte, me remito a la siguiente frase que no busca convencerlos de nada ¡Que viva el Salón de la Infamia del Beisbol!

lunes, 2 de diciembre de 2013

Vin Scully, el maestro detrás del micrófono.



Cuando pensamos en un adulto de 86 años, seguramente nos imaginamos a una persona disfrutando su retiro o jugando con sus nietos, pero jamás pensamos en que ese adulto pueda estar en una cabina de beisbol narrando 81 juegos como local cada año; esa es la historia de Vin Scully, el maestro de la narración deportiva que, temporada tras temporada, da vida a los juegos de los Dodgers con su magistral encanto y sabiduría.

Vincent Edward Scully mejor conocido como “Vin Scully”, hijo de inmigrantes Irlandeses, nació un 29 de noviembre de 1927 en el Bronx, condado de Nueva York donde podemos encontrar al famoso “Yankee Stadium”. Desde los 8 años sabía que estaba enamorado de la narración deportiva, edad en la que se arrastraba sobre una almohada hasta la bocina de la radio de la casa, para escuchar los juegos de beisbol y el rugir de la gente en los estadios.

En 1950, comienza a narrar juegos para los Dodgers de Brooklyn y en 1958 se muda a Los Ángeles, para seguir siendo la voz oficial del equipo. En 1953, narra su primer Serie Mundial a los 25 años, marca que aun le pertenece, como el cronista más joven en hacerlo.

Han pasado ya tantos años que, Vin Scully, recuerda con cariño, la primera vez que sus padres lo vieron narrar un juego, tuvieron que ir a un restaurante porque en su casa no había televisión propia, es más, nadie en su cuadra tenía televisión.

En 1964 los Yankees de Nueva York, le ofrecieron el puesto de cronista deportivo del equipo, oferta que rechazó para permanecer con el equipo Californiano.

En 1982, Vin Scully, es inducido al Salón de la fama del beisbol en Cooperstown, Nueva York y en ese mismo año, tuvo su propia estrella en el paseo de la fama de Hollywood.


Este 2013, Vin Scully, cumplió 64 temporadas consecutivas narrando los juegos en casa de los Dodgers y algunos juegos como visitante. Estas 64 temporadas consecutivas, le otorgan la marca del cronista con más temporadas trabajando para el mismo equipo.

Si Cal Ripken Jr. Es “El Hombre de Hierro” del beisbol con sus 2,632 juegos jugados de forma consecutiva, créanme que Vin Scully es “El Hombre de Hierro” de la narración con sus 64 temporadas consecutivas como cronista deportivo. ¡Es simplemente asombroso!   

Scully ya aceptó trabajar una temporada más con los Dodgers, su número 65, asegurando que será su última antes de retirarse. Sin duda, el día que veamos un juego de los Dodgers como local, sin la voz de Vin Scully, será tan triste como ver un wild pitch en una base por bolas intencional.

A través de los años, muchas cosas pudieron cambiar con el ya legendario cronista, todo menos su forma de iniciar los juegos en donde con gusto aclama: “It´s time for Dodger baseball”.   

Es tan vasto el conocimiento de Vin Scully sobre el beisbol, que hasta puede darnos clases sobre la historia del “home”. Aquí les dejo una pequeña muestra.


Dentro de las miles de historias que ha narrado Vin Scully en el beisbol, les dejo las que me parecen las más destacadas:

-        Narró el juego perfecto de Don Larsen en la Serie Mundial de 1956

-        Narró el primer juego de los Dodgers jugando en Los Ángeles en 1958

-        Narró el juego perfecto de Sandy Koufax en 1965

-        Narró el homerun 715 de Hank Aaron en 1974 rebasando la marca histórica de Babe Ruth de más homerunes de por vida (más tarde superada por Barry Bonds)

-        Narró La Serie Mundial de 1981 con todo y la apasionada “Fernandomanía”

 

-        Narró el error de Bill Buckner de los Red Sox, al dejar ir la pelota entre sus piernas a batazo de Mookie Wilson en la Serie Mundial de 1986
-        Narró el homerun de Kirk Gibson en el primer juego de la Serie Mundial de 1988 contra los Atléticos y su flamante cerrador, Dennis Eckersley

  

-          Narró el juego sin hit ni carrera de Fernando Valenzuela en 1990

-          Narró el juego perfecto del nicaragüense, Dennis Martínez en 1991 contra los Dodgers,  


Después de hacer un recuento de la vida de esta gran figura del beisbol, así como de tantas historias ha narrado, solo nos queda quitarnos el sombrero ante él y esperar que siempre, pueda regalarnos una temporada más.

 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Luces, cámara….. ¡Red Sox!


Cuando vemos a los Red Sox, siempre pensamos en grandes leyendas como Ted Williams, Carl Yastrzemski o Jim Rice, pero nunca pensamos en los actores Jimmy Fallon, Kevin Costner, Adam Sandler o Ben Affleck. Es justo aquí cuando se mezclan, el “glamour” de Hollywood con la magia del equipo que reside en Fenway Park.
 
 Una de las películas más conocidas en el “argot” beisbolero, que involucra a los Red Sox, es “Field of Dreams” o “El Campo de los Sueños”; película de drama y fantasía de 1989 nominada a 3 Óscares, incluido el de mejor película, en donde Kevin Costner interpreta a Ray Kinsella, un granjero de Iowa que escucha voces que le dicen “constrúyelo y él vendrá”. Él, al no entender los mensajes, “secuestra” a James Earl Jones, que interpreta a Terrence Mann, un activista político y aficionado al béisbol con el que comparte un mismo sueño para resolver este misterio. Costner lleva a Earl Jones a Fenway Park y ahí, en la pantalla de jardín central, ven una pista esencial para el rumbo de la historia.  
 
Como todos sabemos, los actores y guionistas, Matt Damon y Ben Affleck, son dos grandes aficionados a los Red Sox que es común verlos en Fenway Park (principalmente a Affleck, en su momento con Jennifer Lopez y luego con Jennifer Gartner) y que no perderían la oportunidad de meter alguna escena alusiva al equipo. La primera película es “Good Will Hunting” o “Mente Indomable” de 1997, nominada a 9 Óscares, incluido el de mejor película y ganadora de 2, en donde vemos a Robin Williams interpretar a un psicólogo, quien narra efusivamente, en su consultorio, el ya legendario homerun en extra innings de Carlton Fisk en el juego 6 de la Serie Mundial de 1975 contra “La gran máquina roja”, mote otorgado a los Rojos de Cincinnati, dirigidos por el gran Sparky Anderson.
 
Otra película que involucra a Ben Affleck y a los Red Sox, es “The Town” o “Atracción peligrosa” de 2010, nominada a 1 Óscar, en donde un grupo de asaltantes planean saquear las ganancias que genera Fenway Park después de una serie de 4 juegos contra los Yankees, misma que representa 3.5 millones de dólares. Esta película de crimen, drama y suspenso, que se desarrolla en Boston, no es ni será un clásico pero sí nos enseña las instalaciones de Fenway Park que en otras circunstancias no veríamos.  

Una película que no solo hace alusión a los Red Sox sino que en su totalidad, gira en relación al equipo, es la comedia romántica de 2005 “Fever Pitch” o “Amor en Juego”, estelarizada por Jimmy Fallon y Drew Barrymore. En esta historia, Jimmy Fallon es un devoto seguidor del equipo, el cual llega a poner en juego su relación con Barrymore, ya que para él, perderse un juego de los 81 que se juegan en Fenway cada temporada, es un sacrilegio. Lo interesante de esta película, es que iba a terminar con un triste final en donde los Red Sox nunca ganan, pero justo al momento de rodar la película en octubre de 2004, los Red Sox se convertían en campeones contra los Cardenales de San Luis, razón por la que vemos en la escena final de la película, a este par de enamorados festejar con el equipo dentro del terreno de juego.
 
  Por último y el que suele hace alusión a los Red Sox en sus películas pero no de la forma más positiva, es el Yankee de corazón, Adam Sandler. En su película de 2004 “50 first dates” o “Como si fuera la primera vez”, Drew Barrymore pierde la memoria todos los días al dormir, después de un trágico accidente y tienen que recordarle lo que ha pasado después del mismo, razón por la que Sandler le graba un video en donde le dice que los Red Sox son campeones de la Serie Mundial de 2003 para después decirle “fue una broma”. En ese 2003, los Red Sox quedaron tendidos en el campo en el séptimo juego de la Serie de Campeonato en Yankee Stadium con homerun de Aaron Boone en extra innings; los Yankees llegarían a la Serie Mundial para perderla contra los Marlines de la mano de Josh Beckett.
 

Otra película en la que Sandler hace a los Red Sox parte de ella, es en la película de 2003, “Anger Management” o “Locos de Ira”, en donde un psicólogo totalmente loco, caracterizado por Jack Nicholson, lo lleva al límite como parte de un extraño tratamiento de superación personal. En esta película vemos a una sensual Heather Graham, rechazada por Sandler al utilizar ropa interior de los Red Sox.
 
Como podemos ver, los Red Sox son tema de varias películas por ser un equipo con mucha historia ya recorrida, ya sea en comedias o en dramas siempre hay espacio para hacer mención a este colorido equipo. Viniendo desde atrás, en 2004, después de 86 años de sequia sin ningún campeonato o rompiendo todas las predicciones de 2013 con un equipo lleno de barbones, no duden ver próximamente en taquillas alguna de estas dos grandes historias en donde, la realidad parecía superar la ficción.

 

 
 
 

 

lunes, 18 de noviembre de 2013

David Ortiz, predestinado para ser un Red Sox.


David Ortiz, predestinado para ser un Red Sox.

Este 18 de noviembre de 2013, David Américo Arias Ortiz, mejor conocido como “Big Papi”, cumple 38 y después de esta temporada 2013, pareciera que acaba de cumplir 25 años y está en la cima de su carrera, bateando para .309 con 30 homeruns y 103 carreras impulsadas.

Hablando de este ícono de los Red Sox, quien tiene un lugar en los corazones de los más fervientes aficionados, junto a ya leyendas del equipo como Ted Williams, Carl Yastrzemski y Johnny Pesky, entre otros, es importante hacer un recuento de su vida.

 Firmado por los Marineros de Seattle en 1992 con el nombre de David Arias y proveniente de República Dominicana, jugó en las ligas menores de este equipo hasta 1996 antes de ser cambiado a los Minnesota Twins, equipo con el que harías su debut en Grandes Ligas el 2 de septiembre de 1997. Justo a su llegada con este nuevo equipo, pidió ser nombrado David Ortiz y no David Arias como lo fue en un inicio.

 
Su historia con los Twins estuvo plagada de lesiones tanto de rodilla como de muñeca, razón por la que nunca pudo brillar y fue dejado en libertad al terminar la temporada 2002, bateando tan solo 58 homeruns con 238 carreras impulsadas en 455 juegos y 6 temporadas.

 Para la temporada 2003 es contratado por los Red Sox, proveniente de la agencia libre, existiendo muchas dudas sobre su salud y capacidad de juego. Los Red Sox, uno de los equipos más emblemáticos de las Grandes Ligas que llegaba en ese momento, a su temporada número 85 de forma consecutiva, sin ganar una Serie Mundial. Nadie imaginaría la dupla tan poderosa y que haría en conjunto con Manny Ramírez, un 3 y 4 en el lineup, temido por los pitchers de la Liga Americana.

En esa temporada 2003, Ortiz, comenzó a ganarse los corazones de la afición de los Red Sox con un año de 31 homeruns, promedio de bateo de .288 y 101 carreras impulsadas. Aunque lo más relevante de ese año no fueron esos números, sino la forma en que cargó al equipo para llegar hasta la Serie de Campeonato contra los Yankees y quedarse a tan solo 5 outs de llegar a la Serie Mundial.

Para 2004, él conocía la rivalidad contra Yankees y lo que había pasado un año antes no se quedaría en el olvido. Ese año dejó dos veces tendidos a los Yankees en el campo durante la Serie de Campeonato, regresando de una desventaja de 3 juegos a 0 y más tarde terminaba la sequía de 86 años sin un título de Serie Mundial para el equipo. Al terminar este año era ya un ídolo hecho y derecho de los Red Sox.


Este mismo año, David Ortiz obtendría el apodo de “Big Papi” a raíz de un comentario de Pedro Martínez quien al no tener éxito contra los Yankees, diría que ellos eran como “su papá” y cada vez que pisaba “Yankee Stadium” le coreaban “Who´s your daddy?” (¿quién es tu papá?). Pero al ver como David pasaba más de una vez sobre ellos, terminó diciendo, “Ahora los Yankees deben de preguntarse, ¿quién es su Big Papi?” y de ahí, el apodo que aun mantiene.    

Al ser ya un ícono de los Red Sox, los contratos y los millones seguían llegando acompañados de años con grandes temporadas como la de 2006, año en el que obtuvo el récord de homeruns con el equipo, llegando a 54.

No solo cargó con excelentes números personales de 2003 a 2013, sino que también tuvo el liderazgo para llevar al equipo a 3 Series Mundiales ganándolas todas y dejando el récord en estas instancias en 12 juegos ganados y tan solo 2 juegos perdidos.

David Ortiz es un pelotero único y como mencionaría su ex compañero Johnny Damon, “Sabía que era capaz de mucho, pero, ¿Ser contendiente al jugador más valioso cada año? Eso es sorprendente”. No únicamente es bueno con el bat, sino que también es un líder nato y un personaje con mucho carácter, a quien nunca olvidaremos cuando destrozo a batazos un teléfono del “dugout” después de un mal conteo en “home” por parte del “umpire” principal.

 
Haciendo un breve resumen de sus mayores logros, podemos decir que David Ortiz es una de las figuras más poderosas de los últimos 15 años en el béisbol de Grandes Ligas, contando con una carrera hasta ahora, con promedio de bateo de .287, 431 homeruns y 1,429 carreras impulsadas, así como múltiples premios y reconocimientos que consisten, por mencionar algunos, en 5 bats de plata, 9 selecciones para el juego de estrellas, ser el jugador más valioso de la Serie de Campeonato en 2004 y en la Serie Mundial de 2013, ganador del “Home Run Derby” de 2010, cuenta con el récord de hits para un bateador designado y 3 Series Mundiales ganadas, honor que comparte únicamente con el legendario “Babe Ruth”. 


Todos estos reconocimientos no son casualidad o únicamente provienen de su potencial al bat, ya que, como él mismo lo diría, “Lo más importante en mi carrera siempre ha sido mi swing de bateo, hasta cuando me baño, trabajo en él”.

                Hoy en día, el poderoso David Ortiz, tiene un contrato por 2 años y 26 millones de dólares, el cual terminará en 2014, justo cuando tenga 39 años. Al llegar ese momento, probablemente tomará una de las decisiones más grandes, no solo de su carrera sino de su vida: dejar el béisbol para siempre. En dado caso que pueda extender su carrera, el equipo no creo que ofrezca contratos de más de 1 año por su edad y si es consciente del lugar que ocupa en la organización y en la ciudad (aunque no lo crean, fue votado tercero para alcalde de Boston este año), no se irá a otro equipo por unos cuantos millones más; no perderá el estatus que tiene en Boston para terminar su carrera en una ciudad en donde no sea tan valorado,  como pasó con Babe Ruth, quien terminó con los Bravos de Boston en 1935, después de 15 años con los Yankees, jugando solo 28 juegos con un promedio de bateo de .181 con 12 carreras impulsadas y tan solo 6 homeruns.

                Las preguntas que probablemente escucharemos en próximos año serán, ¿Tendrá un lugar asegurado en el salón de la fama? ¿Quién debe de ser el líder del equipo a su salida? ¿Podrá jugar a los 40 años y ser igual de efectivo?  

Mientras se resuelve su futuro que seguirá a la temporada 2014, solo nos queda decir, Feliz cumpleaños número 38 “Big Papi”, gracias por tantos momentos. #porquesomosredsox

sábado, 9 de noviembre de 2013

Sin Magia y diversión…..difícil ver un campeón.


Haciendo un recuento de la temporada 2013 de los Red Sox, es difícil entender cómo después de terminar en 2012 en último lugar de la división este de la Liga Americana y con muy malos pronósticos un año después, se convierten en campeones de la Serie Mundial.

Hablando de la llegada de nuevos jugadores entre un año y otro, no vemos grandes cambios, sin duda hay una reestructura y llegan jugadores como Victorino, Napoli, Gomes, Drew y Uehara que, en papel, no representaban el futuro de la organización, ni un cambio dramático como, por ejemplo, cuando llegaron las súper estrellas como Pedro Martínez en 1998, Manny Ramirez en 2001, Curt Schilling en 2004 o Josh Beckett y Mike Lowell en 2006.

Este año los Red Sox tuvieron un estandarte que los unía y los guiaba que era el dejarse largas las barbas, era una marca de la casa justo como en 2004 cuando usaban como estandarte el lema “WHY NOT US” (¿Porqué no nosotros?) que los impulsó a ganar la Serie Mundial y dejar atrás las miles de historias negativas que acarreaba el equipo y no los dejaba ser campeones, cargando una pesada piedra de 86 años.

Tocando el tema del equipo campeón de 2004 veo ciertas similitudes con el equipo ganador de este año. Los dos tenían un equipo con mucha química y muy unido pero estaban predestinados a perder (El equipo de 2004 al ir abajo 0-3 en la ALCS contra Yankees y este equipo 2013 desde el principio de temporada con sus tristes pronósticos). Por otro lado al ver a los dos equipos, jugador por jugador así como comparando a los managers, también vemos similitudes como las siguientes:

·         Kevin Millar y Jonny Gomes, sin ser súper estrellas, dos líderes con gran actitud que disfrutan el juego.

·         Dave Roberts y Quintin Berry, dos jugadores con gran velocidad que llegaron a la mitad de la temporada.

·         Johnny Damon y Jacoby Ellsbury, dos jardineros centrales con gran guante, robadores de base y “leadoff hitters” del equipo

·         David Ortiz y David Ortiz, el único jugador que repite series mundiales y que tiene un bat por demás oportuno.

·         Doug Mientkiewicz y Stephen Drew, bateadores inestables pero guantes muy seguros.

·         Derek Lowe y John Lackey, dos pitchers que sin ser estrellas, le dieron mucha fuerza a la rotación abridora.

·         Terry Francona y John Farrell, dos managers en su primera temporada con el equipo.
 



Como vemos, los dos equipos tienen muchas similitudes pero como lo dijo Big Papi al terminar la Serie Mundial de este año, “El equipo de 2013 es más especial que el de 2004 y 2007 porque no tuvo las estrellas que esos equipos tuvieron pero sin duda, tiene jugadores con más corazón”. Lo mismo comentó Lester al comparar los equipos de 2013 y 2007.



Esto queda claro cuando revisamos el número de victorias dejando al contrincante en el campo las cuales fueron 11 en temporada regular (13% de los juegos jugados en casa) y una en postemporada en el segundo juego de la ALCS contra Detroit. Este equipo no dejó de luchar en ningún momento, vino desde atrás muchas veces y es lo que los hace un equipo con mucho corazón, nunca se rindieron y en todo momento fueron “duros de matar”.

 

El factor sorpresa siempre jugó a favor de los Red Sox ya que los equipos contrincantes no sabían quién sería el héroe de cada juego y no sabían de quién debían cuidarse, en muchas ocasiones era el menos esperado y el equipo no dependía de pocas figuras como suele ocurrir. En las 11 victorias que dejaron al otro equipo en el campo, 7 jugadores diferentes fueron quienes trajeron al plato la carrera de la victoria.

Para que este equipo obtuviera la magia y empatía de la gente, era necesario tener un poco de dramatismo como lo fue la triste historia de la bomba el día del maratón, Big Papi salió a decir que nadie se metía con Boston y que eso los haría más fuertes y así fue, nadie pudo con ellos.

Por otro lado, los Red Sox no dejaron de divertirse en todo el año, tuvieron la capacidad de ver esto como debe de ser, un juego y no un trabajo, lo que les ayudó a quitarse mucha presión de encima. El dejarse crecer las barbas, aventar el casco al cielo después de que algún jugador trajera al plato la carrera ganadora y hacer bromas en la caseta como jalarse las barbas crecidas, los hizo diferentes y mucho más unidos. Como diría Willie Stargell, jugador de los Piratas desde 1962 hasta 1982, “Cuando empieza el juego no gritan “work ball”, ellos dicen “play ball””, esto haciendo referencia a que a pesar de todo, el béisbol es un juego antes que un negocio o un trabajo.



Pensando en ganar, un Gerente General puede armar un equipo de estrellas o puede experimentar con prácticas poco usuales como las de Billy Beane en donde el embasarse es rey, pero ninguno puede armar un equipo con buena química desde un inicio. Para lograr alcanzarla se necesita un líder como John Farrell, quien deja expresarse a los jugadores y quien siempre da un voto de confianza a los mismos, estos lo vimos en el sexto juego de la Serie Mundial cuando salió al montículo pensando relevar a Lackey y a fin de cuentas le dejó lanzar a un Cardenal más.

Para que se pueda decir que estos Red Sox tenían mucha magia y un toque de suerte de campeón, podemos hacer referencia al tema de Uehara quien a sus 38 años, estaba predestinado a ser el cerrador aún cuando no estaba considerado en un inicio.

Al comenzar la temporada, los Red Sox eran uno de los equipos con mayor suerte al contar con dos cerradores, Andrew Bailey y Joel Hanrahan. En mayo, Joel Hanrahan fue intervenido quirúrgicamente en el codo con la famosa operación Tommy John mientras que Andrew Bailey fue operado a finales de julio por un problema de hombro. Esto dejaba un signo de interrogación gigante el cual disiparía el veterano Uehara al ocupar el puesto de forma magistral contra todas predicciones. Koji Uehara apodado el “Ninja Uehara”, rompió el record del equipo con más bateadores retirados de forma consecutiva con 37 en temporada regular además de convertirse en el MVP de la ALCS.

Aparte de ser un excelente cerrador, Uehara quien habla muy poco de inglés, se convertía en alma del equipo con su buen humor. Haciendo referencia a la cita de Bob Lemon, lanzador de los Indios de Cleveland entre 1941 y 1958 y campeón de Serie Mundial en 1948, que dice “He llegado a la conclusión que las 2 cosas más importantes en la vida son los buenos amigos y un buen bullpen”, Uehara cumple con las dos.

 

Este equipo 2013 sin duda asombró a cronistas expertos así como a aficionados, de terminar el 2012 en último lugar, se volvían campeones en 2013 siendo apenas el segundo  equipo que lo logra en la historia de Grandes Ligas después de los Twins, quienes lo hicieron en 1991.



Con esta temporada y como diría el antes mencionado, Bob Lemon, “No me importa cuánto tiempo lleves por aquí, nunca lo habrás visto todo”, comprobamos que el béisbol siempre tendrá mucho que ofrecernos y algo con lo que asombrarnos.

El nuevo reto que tienen los Red Sox enfrente es lograr un bicampeonato reteniendo y contratando jugadores clave, sin perder la magia y pasión que alcanzaron este 2013. ¿Lo lograrán? ¿Contratarán un nuevo súper estrella? ¿Ellsbury se quedará con el equipo? ¿Farrell mantendrá la química? Sólo el tiempo responderá estas preguntas; mientras tanto, disfrutemos del campeonato y sintámonos orgullosos #porquesomosredsox y somos #durosdematar.